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Este estudio chileno analizó a pacientes con cáncer colorrectal avanzado tratados con quimioterapia basada en 5-Fluorouracilo (5-FU), con el objetivo de entender por qué algunas personas presentan más efectos secundarios que otras. Los investigadores descubrieron que ciertas variaciones genéticas influyen en la respuesta al tratamiento: por ejemplo, una variante del gen GSTP1 se asoció con menos daño nervioso pero más inflamación bucal, mientras que una del gen DPYD aumentó el riesgo de neuropatía.
Con esta información, el equipo desarrolló modelos predictivos que combinan datos genéticos y clínicos para anticipar complicaciones como la anemia o el dolor, abriendo paso a tratamientos más personalizados y seguros. Aunque los resultados son prometedores, el estudio advierte que aún se necesita más investigación antes de aplicar estas herramientas de forma rutinaria en el sistema de salud chileno.