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El estudio analiza qué tan alineadas están las Guías Alimentarias basadas en Alimentos de Chile con las recomendaciones internacionales para la prevención del cáncer. Los autores revisaron tanto las directrices chilenas de alimentación como las evidencias científicas sobre dieta y riesgo de cáncer, y evaluaron en qué medida las guías actuales cubren los factores dietéticos que se sabe intervienen en la prevención del cáncer, como el consumo de frutas y verduras, alimentos ultraprocesados, bebidas azucaradas, carnes rojas o procesadas, y patrones globales de alimentación saludable.
Encontraron que, aunque las guías chilenas incluyen muchos elementos que coinciden con las recomendaciones de prevención del cáncer (por ejemplo fomentar frutas y verduras, disminuir alimentos procesados), hay brechas importantes: algunos aspectos como el grado de procesamiento de los alimentos, el papel de la obesidad como mediador dietético‑cáncer, y la necesidad de adaptaciones específicas para poblaciones vulnerables no están suficientemente reforzados. Esto sugiere que para fortalecer la prevención del cáncer desde la nutrición, las guías podrían revisarse para poner mayor énfasis en los patrones conocidos de riesgo y en la equidad alimentaria en Chile.